Esta sustancia es vista desde los jóvenes como un medio de socialización y diversión que los impulsa a implementarlo inicialmente en sus reuniones sociales, hasta llegar a convertirse en un consumo excesivo. El efecto de inhibición que produce el etanol en el cuerpo humano, es lo que satisface a muchos de ellos cuando se trata de olvidar sus emociones frente a diferentes situaciones de la vida personal. 

 

Nuestra investigación está basada en el fenómeno del alcoholismo como un problema socio-sanitario que ha traído consecuencias físicas, mentales y sociales a las personas que lo consumen de manera excesiva, especialmente en los jóvenes. Teniendo en cuenta que el alcohol ha sido catalogado como un vehículo de socialización, se puede identificar cómo son cada vez más los jóvenes que desde muy temprana edad empiezan a ingerir esta sustancia sin control alguno, lo que no solo conlleva a desarrollar consecuencias a largo plazo, sino también a romper sus vínculos interpersonales por los cambios conductuales negativos que se desenvuelven a medida que lo consumen. 

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Y tú, ¿te animarías a esta causa de decir NO al consumo excesivo de alcohol?

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