Finalmente, se puede entender cómo este fenómeno se ha permeado en la sociedad como un medio de socialización, placer, desahogo, incluso de aceptación social. El problema del alcoholismo radica en la manera y la frecuencia en que se consume. No está mal tomarse una copa de vino en una fecha especial, lo que está mal es excederse hasta dejar que esa sustancia llegue a inhibir tu razonamiento, de ahí provienen los accidentes, las agresiones y se alimenta la adicción, una adicción que destruye poco a poco. 

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Por último,  estos hallazgos ayudan a determinar las diferentes problemáticas o consecuencias que los jóvenes padecen actualmente por sufrir la enfermedad del alcoholismo o tener una dependencia a este tipo de bebidas alcohólicas. Durante el texto, recolectamos diferentes puntos de vista, dividido en tres bloques temáticos acerca de la salud mental, la familia y el consumo recreativo. El primer enfoque, nos revela que el comportamiento al consumir alcohol se determina entre la relación individual y el entorno de crianza y relacionamiento del individuo. Por otra parte, el segundo enfoque sobre la familia, determina que, los jóvenes tienen una capacidad de retentiva, esto significa que al ver a sus padres o familiares consumir licor y cuales son sus conductas respectivas, ellos mismos replicarán estas situaciones en conexión con las tradiciones familiares que han vivido o el marco familiar por el que han convivio. Finalmente, el tercer enfoque completa nuestra investigación, en cuando a un impulso, un deseo o una presión del circulo social que influye en el tipo de consumo o dependencia que un joven le puede dar a las bebidas alcohólicas en un ambiente de fiestas o reuniones sociales.